En México cada año miles de personas son víctimas de una nueva forma de esclavitud: LA TRATA DE PERSONAS, flagelo que además de presentar un desafió a los gobiernos, significa una grave amenaza a la convivencia armónica de los pueblos y, constituye un brutal ataque a la libertad y a la dignidad de los seres humanos; por lo que es un problema de orden público mundial, por su vinculación a los flujos migratorios, a la situación de pobreza y a la peligrosa actuación de la delincuencia organizada tras-nacional, agrava la tensión política y social, al interior de los países y afecta las relaciones multilaterales de los estados de la región.